Efemérides. 27 de noviembre de 1520, en el extremo sur de América, Fernando de
Magallanes cruza el estrecho que lleva su nombre.
Fernando de Magallanes,
también conocido como Hernando de Magallanes, fue un militar, marino y
navegante portugués de linaje noble, nombrado por la Monarquía Hispánica
adelantado, capitán general de la «Armada para el descubrimiento de la
especería» y caballero de la Orden de Santiago y comendador en la misma.
Al servicio de Carlos I,
descubrió el canal natural navegable que hoy recibe el nombre de estrecho de Magallanes, siendo el
primer europeo en pasar navegando desde el océano Atlántico hacia el océano
Pacífico, hasta entonces denominado mar del Sur. Inició la expedición que,
capitaneada a su muerte por Juan Sebastián Elcano, lograría hacer la primera
circunnavegación de la Tierra en 1522.
Primeros viajes
En marzo de 1505, con 25
años, se alistó en la Armada de la India, en la flota de 22 navíos enviados
para instalar a Francisco de Almeida como primer Virrey de la India. Aunque su
nombre no aparezca en las crónicas, se sabe que permaneció allí ocho años y que
estuvo en Goa, Cochin y Quíloa. Participó en varias acciones militares,
incluyendo la batalla naval de Cannanore (frente a la actual ciudad portuaria
de Kannur, Kerala) donde fue herido, y en la decisiva batalla de Diu. En 1509
partió en la primera expedición a Malaca mandada Diogo Lopes de Sequeira, junto
con Francisco Serrão, su amigo y posiblemente primo. Llegados a Malaca en
septiembre, fueron víctimas de una conspiración y la expedición terminó en fuga
dejando atrás diecinueve prisioneros. Magallanes tuvo un papel crucial avisando
a Sequeira y salvando a Serrão que había desembarcado, actos que le valieron
honores y una promoción.
Al servicio del nuevo
gobernador, Alfonso de Albuquerque, participó junto con Serrão en la conquista
de Malaca en 1511. Luego de la conquista de la ciudad, los caminos de los
amigos se separaron: Magallanes, promovido, con un rico botín y en compañía de
un esclavo adquirido en Sumatra, Enrique de Malaca, regresó a Europa. Serrão
partió en la primera expedición enviada a las "Islas de la
Especiería", las Molucas. Allí permaneció y se casó con una mujer de
Amboina, volviéndose consejero militar del sultán de Ternate. Sus cartas a
Magallanes serían decisivas, pues de ellas obtuvo informaciones sobre la
situación de los lugares productores de especias. Mientras tanto Magallanes,
después de participar en la batalla de Azamor (Marruecos), ya de servicio en
esa ciudad, fue acusado de comerciar ilegalmente con los moros; al comprobarse
varias de las acusaciones cesaron las ofertas de empleo a partir del 15 de mayo
de 1514. Posteriormente, en 1515, le ofrecieron formar parte de la tripulación
de un navío portugués, pero rechazó la oferta. De regreso en Lisboa, se dedicó
a estudiar las cartas más recientes, investigando junto al cosmógrafo Rui
Faleiro un pasaje hacia el Pacífico por el Atlántico Sur y la posibilidad de
que las Molucas estuviesen en la zona española definida en el Tratado de
Tordesillas.
Preparativos de la
expedición
En 1517 fue a Sevilla con Rui
Faleiro, y encontró en Juan de Aranda, el factor de la "Casa de
Contratación" sevillana, un aliado importante para el proyecto que había
concebido: dar a España la posibilidad
de llegar a las Molucas por Occidente, sin atravesar mares reservados a los
portugueses por el Tratado de Tordesillas y, además de eso, según Faleiro,
probar que las "Islas de la Especiería" se encontraban en el
hemisferio castellano. Con la influencia de Juan Rodríguez de Fonseca, obispo
de Burgos, consiguieron la aprobación del rey Carlos I. El 22 de marzo de 1518
Carlos I nombra capitanes a Magallanes y Faleiro para que partan a la búsqueda
de las Islas de la Especiería, y en julio los eleva al grado de comendadores de
la Orden de Santiago y les otorga un conjunto de privilegios:
·
El monopolio de
la ruta descubierta por el término de diez años
·
El nombramiento
como gobernadores de las tierras e islas que encontrasen, con el cinco por ciento
de las ganancias netas que resultasen
·
Un vigésimo de
las ganancias del viaje
·
El derecho a
retener mil ducados sobre los próximos viajes, pagando solo cinco por ciento
sobre el excedente
·
La concesión de
una isla a cada uno, excepto de las seis más ricas de las cuales no recibirían
más que una decimoquinta parte.
Comenzaron los lentos
preparativos para el viaje, que estuvieron plagados de incidentes:
insuficiencia de fondos, maniobras del rey de Portugal que procuraba hacerlos
encarcelar, desconfianza de los castellanos hacia Magallanes y los otros
portugueses involucrados, sin olvidar el difícil carácter de Faleiro. Por
intermedio del obispo de Burgos, obtienen la participación del mercader
Cristóbal de Haro que suministra una parte de los fondos y las mercaderías para
trocar por especias. El cartógrafo portugués Diogo Ribeiro, al servicio de la
Casa de Contratación desde 1518, participó en el desarrollo de los mapas
utilizados en el viaje.
Después de romper con
Faleiro, Magallanes continuó aparejando las naves que habrían de partir de
Sanlúcar de Barrameda. La tripulación se componía de marinos de muy distintos
orígenes, con un importante número de portugueses y vascos. Entre los primeros,
alrededor de cuarenta, se contaban Álvaro de Mesquita, primo hermano de
Magallanes, Duarte Barbosa, primo de la esposa de Magallanes, João Serrão,
primo o hermano de Francisco Serrão y Estevão Gomes. Acompañaba también a
Magallanes su esclavo Enrique de Malaca.
Antonio Pigafetta, cronista y
geógrafo de la República de Venecia, que participó de la expedición a sus
propias expensas, escribió un diario completo del viaje, posibilitado por el
hecho de haber sido uno de los pocos viajeros en retornar vivo a Europa. De esa
forma, legó a la posteridad un raro e importante registro de donde se puede
extraer mucho de lo que se sabe de este episodio de la historia.
El 10 de agosto de 1519 se
anunció en Sevilla la partida de la escuadra de cinco naves, capitaneada por
Fernando de Magallanes que, descendiendo por el Guadalquivir, llegó hasta
Sanlúcar de Barrameda, puerto que da al océano Atlántico.7 Durante las
siguientes semanas, se acabó de avituallar la escuadra y se resolvieron otros
asuntos, mientras el propio Magallanes otorgó testamento en Sevilla el 24 de
agosto.
Inicio del viaje
La expedición parte de
Sevilla el 10 de agosto de 1519. Tras una prolongada escala de avituallamiento,
el 20 de septiembre la expedición zarpó definitivamente de Sanlúcar de
Barrameda (Cádiz), con la intención de encontrar el paso marítimo hacia los
territorios de las Indias Orientales y buscar el camino que recorriendo siempre
mares castellanos (según el Tratado de Tordesillas), llegase a las islas de las
Especias, lo que era la llamada ruta hacia el oeste, que ya había buscado
Cristóbal Colón.
Cruce del Atlántico
Después de recalar en las
Canarias, pasaron frente a las islas de Cabo Verde y a las costas de Sierra
Leona, tocando las tierras de lo que hoy es Río de Janeiro el 13 de diciembre.
Siguieron hacia el sur, pasando por el Río de la Plata (ya descubierto por Juan
Díaz de Solís en 1516), en marzo de 1520, y llegaron a la bahía San Julián, que
exploraron en busca de un posible paso. Magallanes, en vista de la llegada del
invierno, decidió recalar allí hasta la primavera.
Rebeliones durante el
invierno y llegada al Pacífico
El deseo de regresar en lo
que se consideraba un fracaso por no haber hallado el paso hacia Las Molucas,
unido a lo inhóspito del paraje y las condiciones de navegación provocaron
descontento entre la tripulación.
Apenas fondearon en el Puerto
San Julián, cuando los capitanes de las otras cuatro naves tramaron un motín
para matar al comandante en jefe. Los conspiradores eran: Juan de Cartagena,
veedor; Luís de Mendoza, tesorero; Antonio Coca, contador; Gaspar de Quesada,
capitán de la Concepción. Descubierto el complot, se descuartizó al primero,
apuñaló al segundo y se perdonó la vida a Gaspar de Quesada por haber sido
nombrado capitán por el Emperador en persona. Fue abandonado en tierra patagona
junto a cierto sacerdote traidor. El piloto Esteban Gómez huido con la nave San
Antonio, recaló en San Julián y les recogería a bordo a su regreso a España.
Llegados a la boca del que
sería el estrecho de Magallanes, se ordenó a las naves Concepción y San Antonio
cruzar el canal. La nave San Antonio, con Esteban Gómez, se adelantó para
desandar el camino por la noche y regresar a España, recalando antes en el
Puerto San Julián donde recogería a Gaspar de Quesada. La nave Concepción al
mando del capitán Juan Serrano atraviesa el canal y espera en vano a la nave
San Antonio. Cruzarlo fue muy difícil, dado lo complicado de las costas. Una
vez terminadas estas minuciosas etapas consiguieron salir del «laberinto» hacia
el mar del Sur.
La fortuna hizo que la
travesía por el océano Pacífico, al que se bautiza con tal nombre (que
permanecería, haciendo olvidar el anterior de Mar del Sur) debido a la calma, a
que no se encontrara con ninguna tempestad. Por contra, la desventura de no
hallar tierra firme hasta al cabo de tres meses, cuando arribaron a la Isla de
los Ladrones (probablemente la actual Isla de Guam) en el archipiélago de las
Islas Marianas. La hambruna y el escorbuto azotaron a su tripulación, hasta el
punto de que se pagaban cuantiosas monedas por una simple rata para devorar. El
agua se pudrió, apareció el escorbuto y los hombres comían incluso cuero
reblandecido y serrín.
Por fin el 6 de marzo de 1521
encontró una isla en la que los navegantes aprovecharon para descansar y
recoger víveres. Pronto acudirían a aquella isla numerosos indígenas con
regalos para estos nuevos «visitantes».
En las Molucas, Magallanes y
los suyos descubrieron que habían llegado al Extremo Oriente, cumpliendo el
proyecto de Cristóbal Colón.
Magallanes pereció en la
llamada Batalla de Mactán con una tribu cebuana encabezada por el jefe tribal
Lapu-Lapu, en la isla filipina de Mactán. Consiguieron instalar un almacén en
Borneo, donde entablaron buenas relaciones con los indígenas. Sin medios y con
una sola nave, capitaneada por Elcano,
emprendieron el regreso por mares lusos, el camino más conocido, con tierras
donde aprovisionarse, e intentando esquivar puertos y flotas portuguesas. La
expedición llegó sólo con la Victoria de regreso a Sevilla en septiembre de
1522, al cabo de casi tres años de travesía. En total, 216 hombres perecieron
durante el viaje, y sólo 18, entre ellos Elcano, pudieron sobrevivir. Otros
cuatro hombres de los 55 de la tripulación original de la Trinidad, que había
emprendido una ruta de regreso distinta desde las Filipinas y fue capturada por
los portugueses, regresaron finalmente a España en 1525.
Viaje de regreso,
capitaneado por Elcano
Tras la muerte de Magallanes
en Filipinas, en 1521, fue elegido jefe de la expedición Gonzalo Gómez de
Espinosa y al frente de la nave Victoria, se puso de capitán Juan Sebastián
Elcano. Tras arribar a las islas Molucas, objeto del viaje, se emprendió el regreso
a España.
La Trinidad navegaba mal y
hubo de quedarse en el puerto de Tidore para ser reparada y volver por el
Pacífico hasta Panamá. Elcano tomó finalmente el mando de la expedición de
regreso, eligiendo navegar por los mares portugueses hacia el oeste, bordeando
África por rutas conocidas y con posibilidades de hacer aguadas.
Llegada a España
Tras atravesar el océano
Índico y dar la vuelta a África, Elcano completó la primera circunnavegación del globo, consiguiendo llevar a término
la expedición y llegar al puerto de partida, Sanlúcar de Barrameda, el 6 de
septiembre de 1522 en la nao Victoria, junto con otros 17 supervivientes, lo
que suponía el logro de una imponente hazaña para la época. Finalmente, el 8 de
septiembre, fue descargada en Sevilla la única nave que había logrado regresar
con vida.
“Gracias a la Providencia, el sábado 6
de septiembre de 1522 entramos en la bahía de San Lúcar... Desde que habíamos
partido de la bahía de San Lúcar hasta que regresamos a ella recorrimos, según
nuestra cuenta, más de catorce mil cuatrocientas sesenta leguas, y dimos la
vuelta al mundo entero,.....El lunes 8 de septiembre largamos el ancla cerca
del muelle de Sevilla, y descargamos toda nuestra artillería”
Primer viaje alrededor del globo.
Antonio Pigafetta.
Los 18
sobrevivientes de la Victoria que llegaron a Sevilla en 1522
|
|
Nombre
|
Puesto
|
Juan Sebastián
Elcano, de Guetaria
|
Maestre
|
Francisco Albo, de Axio Quíos, Grecia
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Piloto
|
Miguel de Rodas (Tuy, Pontevedra)
|
Piloto
|
Juan de Acurio, de Bermeo
|
Piloto
|
Supernumerario
|
|
Martín de Judicibus,
de Génova
|
Jefe de embarcación
|
Hernando de
Bustamante, de Mérida
|
Marinero
|
Nicholas el Griego,
de Nauplia
|
Marinero
|
Miguel Sánchez, de Rodas (Tuy, Pontevedra)
|
Marinero
|
Antonio Hernández
Colmenero, de Huelva
|
Marinero
|
Francisco Rodrigues,
portugués de Sevilla
|
Marinero
|
Juan Rodríguez, de Huelva
|
Marinero
|
Diego Carmena
|
Marinero
|
Hans de Aquisgrán
|
Artillero
|
Juan de Arratia, de Bilbao
|
Marinero
|
Vasco Gómez Gallego el
Portugués, de Bayona
|
Marinero
|
Juan de Santander,
de Cueto (Cantabria)
|
Grumete
|
Paje
|
Partió de Sevilla la expedición el 10 de agosto de 1519. Hizo escala en Sanlúcar de Barrameda, de donde zarpa del 20 de septiembre de 1519, en una expedición compuesta por las naves Trinidad, nave capitana al mando de Magallanes, Victoria, San Antonio, Concepción y Santiago.
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