viernes, 27 de noviembre de 2015

Fernando de Magallanes

Efemérides. 27 de noviembre de 1520, en el extremo sur de América, Fernando de Magallanes cruza el estrecho que lleva su nombre.


Fernando de Magallanes, también conocido como Hernando de Magallanes, fue un militar, marino y navegante portugués de linaje noble, nombrado por la Monarquía Hispánica adelantado, capitán general de la «Armada para el descubrimiento de la especería» y caballero de la Orden de Santiago y comendador en la misma.
Al servicio de Carlos I, descubrió el canal natural navegable que hoy recibe el nombre de estrecho de Magallanes, siendo el primer europeo en pasar navegando desde el océano Atlántico hacia el océano Pacífico, hasta entonces denominado mar del Sur. Inició la expedición que, capitaneada a su muerte por Juan Sebastián Elcano, lograría hacer la primera circunnavegación de la Tierra en 1522.


Primeros viajes

En marzo de 1505, con 25 años, se alistó en la Armada de la India, en la flota de 22 navíos enviados para instalar a Francisco de Almeida como primer Virrey de la India. Aunque su nombre no aparezca en las crónicas, se sabe que permaneció allí ocho años y que estuvo en Goa, Cochin y Quíloa. Participó en varias acciones militares, incluyendo la batalla naval de Cannanore (frente a la actual ciudad portuaria de Kannur, Kerala) donde fue herido, y en la decisiva batalla de Diu. En 1509 partió en la primera expedición a Malaca mandada Diogo Lopes de Sequeira, junto con Francisco Serrão, su amigo y posiblemente primo. Llegados a Malaca en septiembre, fueron víctimas de una conspiración y la expedición terminó en fuga dejando atrás diecinueve prisioneros. Magallanes tuvo un papel crucial avisando a Sequeira y salvando a Serrão que había desembarcado, actos que le valieron honores y una promoción.
Al servicio del nuevo gobernador, Alfonso de Albuquerque, participó junto con Serrão en la conquista de Malaca en 1511. Luego de la conquista de la ciudad, los caminos de los amigos se separaron: Magallanes, promovido, con un rico botín y en compañía de un esclavo adquirido en Sumatra, Enrique de Malaca, regresó a Europa. Serrão partió en la primera expedición enviada a las "Islas de la Especiería", las Molucas. Allí permaneció y se casó con una mujer de Amboina, volviéndose consejero militar del sultán de Ternate. Sus cartas a Magallanes serían decisivas, pues de ellas obtuvo informaciones sobre la situación de los lugares productores de especias. Mientras tanto Magallanes, después de participar en la batalla de Azamor (Marruecos), ya de servicio en esa ciudad, fue acusado de comerciar ilegalmente con los moros; al comprobarse varias de las acusaciones cesaron las ofertas de empleo a partir del 15 de mayo de 1514. Posteriormente, en 1515, le ofrecieron formar parte de la tripulación de un navío portugués, pero rechazó la oferta. De regreso en Lisboa, se dedicó a estudiar las cartas más recientes, investigando junto al cosmógrafo Rui Faleiro un pasaje hacia el Pacífico por el Atlántico Sur y la posibilidad de que las Molucas estuviesen en la zona española definida en el Tratado de Tordesillas.



Preparativos de la expedición

En 1517 fue a Sevilla con Rui Faleiro, y encontró en Juan de Aranda, el factor de la "Casa de Contratación" sevillana, un aliado importante para el proyecto que había concebido: dar a España la posibilidad de llegar a las Molucas por Occidente, sin atravesar mares reservados a los portugueses por el Tratado de Tordesillas y, además de eso, según Faleiro, probar que las "Islas de la Especiería" se encontraban en el hemisferio castellano. Con la influencia de Juan Rodríguez de Fonseca, obispo de Burgos, consiguieron la aprobación del rey Carlos I. El 22 de marzo de 1518 Carlos I nombra capitanes a Magallanes y Faleiro para que partan a la búsqueda de las Islas de la Especiería, y en julio los eleva al grado de comendadores de la Orden de Santiago y les otorga un conjunto de privilegios:

·        El monopolio de la ruta descubierta por el término de diez años
·        El nombramiento como gobernadores de las tierras e islas que encontrasen, con el cinco por ciento de las ganancias netas que resultasen
·        Un vigésimo de las ganancias del viaje
·        El derecho a retener mil ducados sobre los próximos viajes, pagando solo cinco por ciento sobre el excedente
·        La concesión de una isla a cada uno, excepto de las seis más ricas de las cuales no recibirían más que una decimoquinta parte.
·         
Nao Victoria
Comenzaron los lentos preparativos para el viaje, que estuvieron plagados de incidentes: insuficiencia de fondos, maniobras del rey de Portugal que procuraba hacerlos encarcelar, desconfianza de los castellanos hacia Magallanes y los otros portugueses involucrados, sin olvidar el difícil carácter de Faleiro. Por intermedio del obispo de Burgos, obtienen la participación del mercader Cristóbal de Haro que suministra una parte de los fondos y las mercaderías para trocar por especias. El cartógrafo portugués Diogo Ribeiro, al servicio de la Casa de Contratación desde 1518, participó en el desarrollo de los mapas utilizados en el viaje.
Después de romper con Faleiro, Magallanes continuó aparejando las naves que habrían de partir de Sanlúcar de Barrameda. La tripulación se componía de marinos de muy distintos orígenes, con un importante número de portugueses y vascos. Entre los primeros, alrededor de cuarenta, se contaban Álvaro de Mesquita, primo hermano de Magallanes, Duarte Barbosa, primo de la esposa de Magallanes, João Serrão, primo o hermano de Francisco Serrão y Estevão Gomes. Acompañaba también a Magallanes su esclavo Enrique de Malaca.

Antonio Pigafetta, cronista y geógrafo de la República de Venecia, que participó de la expedición a sus propias expensas, escribió un diario completo del viaje, posibilitado por el hecho de haber sido uno de los pocos viajeros en retornar vivo a Europa. De esa forma, legó a la posteridad un raro e importante registro de donde se puede extraer mucho de lo que se sabe de este episodio de la historia.
El 10 de agosto de 1519 se anunció en Sevilla la partida de la escuadra de cinco naves, capitaneada por Fernando de Magallanes que, descendiendo por el Guadalquivir, llegó hasta Sanlúcar de Barrameda, puerto que da al océano Atlántico.7 Durante las siguientes semanas, se acabó de avituallar la escuadra y se resolvieron otros asuntos, mientras el propio Magallanes otorgó testamento en Sevilla el 24 de agosto.


Inicio del viaje

La expedición parte de Sevilla el 10 de agosto de 1519. Tras una prolongada escala de avituallamiento, el 20 de septiembre la expedición zarpó definitivamente de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), con la intención de encontrar el paso marítimo hacia los territorios de las Indias Orientales y buscar el camino que recorriendo siempre mares castellanos (según el Tratado de Tordesillas), llegase a las islas de las Especias, lo que era la llamada ruta hacia el oeste, que ya había buscado Cristóbal Colón.
Cruce del Atlántico
Después de recalar en las Canarias, pasaron frente a las islas de Cabo Verde y a las costas de Sierra Leona, tocando las tierras de lo que hoy es Río de Janeiro el 13 de diciembre. Siguieron hacia el sur, pasando por el Río de la Plata (ya descubierto por Juan Díaz de Solís en 1516), en marzo de 1520, y llegaron a la bahía San Julián, que exploraron en busca de un posible paso. Magallanes, en vista de la llegada del invierno, decidió recalar allí hasta la primavera.


Rebeliones durante el invierno y llegada al Pacífico

El deseo de regresar en lo que se consideraba un fracaso por no haber hallado el paso hacia Las Molucas, unido a lo inhóspito del paraje y las condiciones de navegación provocaron descontento entre la tripulación.
Apenas fondearon en el Puerto San Julián, cuando los capitanes de las otras cuatro naves tramaron un motín para matar al comandante en jefe. Los conspiradores eran: Juan de Cartagena, veedor; Luís de Mendoza, tesorero; Antonio Coca, contador; Gaspar de Quesada, capitán de la Concepción. Descubierto el complot, se descuartizó al primero, apuñaló al segundo y se perdonó la vida a Gaspar de Quesada por haber sido nombrado capitán por el Emperador en persona. Fue abandonado en tierra patagona junto a cierto sacerdote traidor. El piloto Esteban Gómez huido con la nave San Antonio, recaló en San Julián y les recogería a bordo a su regreso a España.
Llegados a la boca del que sería el estrecho de Magallanes, se ordenó a las naves Concepción y San Antonio cruzar el canal. La nave San Antonio, con Esteban Gómez, se adelantó para desandar el camino por la noche y regresar a España, recalando antes en el Puerto San Julián donde recogería a Gaspar de Quesada. La nave Concepción al mando del capitán Juan Serrano atraviesa el canal y espera en vano a la nave San Antonio. Cruzarlo fue muy difícil, dado lo complicado de las costas. Una vez terminadas estas minuciosas etapas consiguieron salir del «laberinto» hacia el mar del Sur.

La fortuna hizo que la travesía por el océano Pacífico, al que se bautiza con tal nombre (que permanecería, haciendo olvidar el anterior de Mar del Sur) debido a la calma, a que no se encontrara con ninguna tempestad. Por contra, la desventura de no hallar tierra firme hasta al cabo de tres meses, cuando arribaron a la Isla de los Ladrones (probablemente la actual Isla de Guam) en el archipiélago de las Islas Marianas. La hambruna y el escorbuto azotaron a su tripulación, hasta el punto de que se pagaban cuantiosas monedas por una simple rata para devorar. El agua se pudrió, apareció el escorbuto y los hombres comían incluso cuero reblandecido y serrín.
Por fin el 6 de marzo de 1521 encontró una isla en la que los navegantes aprovecharon para descansar y recoger víveres. Pronto acudirían a aquella isla numerosos indígenas con regalos para estos nuevos «visitantes».

En las Molucas, Magallanes y los suyos descubrieron que habían llegado al Extremo Oriente, cumpliendo el proyecto de Cristóbal Colón.
Magallanes pereció en la llamada Batalla de Mactán con una tribu cebuana encabezada por el jefe tribal Lapu-Lapu, en la isla filipina de Mactán. Consiguieron instalar un almacén en Borneo, donde entablaron buenas relaciones con los indígenas. Sin medios y con una sola nave, capitaneada por Elcano, emprendieron el regreso por mares lusos, el camino más conocido, con tierras donde aprovisionarse, e intentando esquivar puertos y flotas portuguesas. La expedición llegó sólo con la Victoria de regreso a Sevilla en septiembre de 1522, al cabo de casi tres años de travesía. En total, 216 hombres perecieron durante el viaje, y sólo 18, entre ellos Elcano, pudieron sobrevivir. Otros cuatro hombres de los 55 de la tripulación original de la Trinidad, que había emprendido una ruta de regreso distinta desde las Filipinas y fue capturada por los portugueses, regresaron finalmente a España en 1525.

Viaje de regreso, capitaneado por Elcano

Tras la muerte de Magallanes en Filipinas, en 1521, fue elegido jefe de la expedición Gonzalo Gómez de Espinosa y al frente de la nave Victoria, se puso de capitán Juan Sebastián Elcano. Tras arribar a las islas Molucas, objeto del viaje, se emprendió el regreso a España.
La Trinidad navegaba mal y hubo de quedarse en el puerto de Tidore para ser reparada y volver por el Pacífico hasta Panamá. Elcano tomó finalmente el mando de la expedición de regreso, eligiendo navegar por los mares portugueses hacia el oeste, bordeando África por rutas conocidas y con posibilidades de hacer aguadas.


Llegada a España

Tras atravesar el océano Índico y dar la vuelta a África, Elcano completó la primera circunnavegación del globo, consiguiendo llevar a término la expedición y llegar al puerto de partida, Sanlúcar de Barrameda, el 6 de septiembre de 1522 en la nao Victoria, junto con otros 17 supervivientes, lo que suponía el logro de una imponente hazaña para la época. Finalmente, el 8 de septiembre, fue descargada en Sevilla la única nave que había logrado regresar con vida.


“Gracias a la Providencia, el sábado 6 de septiembre de 1522 entramos en la bahía de San Lúcar... Desde que habíamos partido de la bahía de San Lúcar hasta que regresamos a ella recorrimos, según nuestra cuenta, más de catorce mil cuatrocientas sesenta leguas, y dimos la vuelta al mundo entero,.....El lunes 8 de septiembre largamos el ancla cerca del muelle de Sevilla, y descargamos toda nuestra artillería”
Primer viaje alrededor del globo. Antonio Pigafetta.



Los 18 sobrevivientes de la Victoria que llegaron a Sevilla en 1522
Nombre
Puesto
Juan Sebastián Elcano, de Guetaria
Maestre
Francisco Albo, de Axio Quíos, Grecia
Piloto
Piloto
Juan de Acurio, de Bermeo
Piloto
Supernumerario
Martín de Judicibus, de Génova
Jefe de embarcación
Hernando de Bustamante, de Mérida
Marinero
Nicholas el Griego, de Nauplia
Marinero
Miguel Sánchez, de Rodas (Tuy, Pontevedra)
Marinero
Antonio Hernández Colmenero, de Huelva
Marinero
Francisco Rodrigues, portugués de Sevilla
Marinero
Juan Rodríguez, de Huelva
Marinero
Diego Carmena
Marinero
Hans de Aquisgrán
Artillero
Juan de Arratia, de Bilbao
Marinero
Vasco Gómez Gallego el Portugués, de Bayona
Marinero
Juan de Santander, de Cueto (Cantabria)
Grumete
Juan de Zubileta, de Burceña, anteiglesia de Baracaldo
Paje

Partió de Sevilla la expedición el 10 de agosto de 1519. Hizo escala en Sanlúcar de Barrameda, de donde zarpa del 20 de septiembre de 1519, en una expedición compuesta por las naves Trinidad, nave capitana al mando de Magallanes, Victoria, San Antonio, Concepción y Santiago.

Juan Sebastián Elcano





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