miércoles, 28 de octubre de 2015

Tratado de Utrecht

Firmado hace 300 años y aún vigente, revisamos qué dicen exactamente sus disposiciones más polémicas con respecto al territorio y el mar del Peñón. ¿Deben actualizarse?
Aquí se muestra la traducción a los dos idiomas de uno de los tratados, español e inglés.

Se vuelve a hablar de Gibraltar. Algo que no ha dejado de pasar desde que al finalizar la Guerra de Sucesión española, en 1713, se firmara el polémico Tratado de Utrecht por el que el Rey Felipe V cedía el Peñón a los ingleses «para siempre». Desde entonces, España ha intentado recuperar sin éxito este enclave estratégico de 6,8 kilómetros cuadrados y 31.000 habitantes, sin importar si nos encontrábamos en una república, una dictadura o bajo un gobierno del PSOE o del PP.
En el siglo XVIII, España sometió a Gibraltar a terribles asedios
En el siglo XVIII, diferentes regímenes sometieron Gibraltar a terribles asedios con este propósito. En el más importante de ellos, entre 1779 y 1783, murieron más de 5.000 españoles, por 1.900 soldados británicos. En 2009, el entonces ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguraba que la reclamación de la soberanía sobre Gibraltar por parte de España era «irrenunciable». Y el último en alzar la voz ha sido José Manuel García Margallo, al anunciar medidas sobre la colonia, como la introducción de una tasa para cruzar la frontera o cerrar el espacio aéreo a los aviones que utilicen el aeropuerto británico del Peñón. «Con Gibraltar se ha acabado el recreo de la época de Moratinos», ha asegurado.
Aunque no se puede cuestionar la vigencia del Tratado de Utrecht, ¿qué dice exactamente? ¿Qué se establecía en sus disposiciones? ¿Deben revisarse? ¿Has sido respetados por Gran Bretaña los puntos básicos de este tratado con 300 años de antigüedad que nunca ha dejado de estar de actualidad?
Jurisdicción territorial
El famoso artículo X dice: «El Rey Católico [Felipe V], por sí y por sus herederos y sucesores, cede por este Tratado a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno».
La definición de Gibraltar es objeto de disputa en lo que se refiere a la territorio
Sin embargo, hoy en día la definición del territorio cedido es objeto de disputa en lo que se refiere a la tierra, el espacio aéreo y el mar, precisamente porque el tratado establecía que la propiedad se cedía «sin jurisdicción territorial y sin comunicación abierta con el país circunvecino por parte de tierra».
Esto quiere decir que, aunque el Reino Unido tiene un título válido de soberanía, habría que resolver el problema de su alcance territorial, pues en el artículo X no se establecía una línea fronteriza, ni posteriormente se realizó una demarcación. Decía que eran británicos la Ciudad, el Castillo y las edificaciones agregadas en 1704. Pero ¿qué ocurre con las ampliaciones del terreno que se llevaron a cabo en años posteriores? España ya mostró su oposición a la presencia británica en la lengua de tierra y objetó la construcción del aeropuerto en 1938, pues se encontraban fuera de la demarcación establecida en Utrecht.
Comunicación por tierra
Para «evitar abusos y fraudes en la introducción de las mercaderías», el tratado también fijaba que «la comunicación por mar con la costa de España no puede estar abierta y segura en todos los tiempos». Esto aislaba por tierra a Gibraltar, a la que dejaba abastecerse del mar para su propia subsistencia, pero no comerciar con lo obtenido. Y en tiempos de «grandes angustias», permitía a sus habitantes comprar alimentos en territorio español solo para su consumo propio.
La gran obsesión del Reino Unido es consagrar que las aguas que rodean el Peñón sean británicas
Según esta disposición, España mantuvo aislado a Gibraltar hasta 1985, cuando, en el contexto de nuestra incorporación a las instituciones europeas y a la OTAN, se intentó atraer a los gibraltareños a posiciones más favorables a nuestra causa y para favorecer el desarrollo del conjunto de la región. Sin embargo, estos pasos para facilitar los intercambios no han producido avances significativos hacia el objetivo de recuperar el territorio. Más bien al contrario, ya que Gran Bretaña, además de haber consolidado su estatuto político autónomo, ha ido reforzando la economía de la colonia y sigue trabajando para convertir a medio plazo convertir el Peñón en un centro de negocios, en contra del espíritu del Tratado de Utrecht.
En los últimos tiempos, la gran obsesión del Gobierno británico ha sido consagrar que las aguas que rodean el Peñón son de soberanía inglesa, algo que España no acepta, porque en Utrecht sólo se cedieron las aguas del puerto de Gibraltar. Por eso, el Gobierno de David Cameron, alentado por los «llanitos», no pierde ocasión para denunciar supuestas violaciones de esas aguas por parte de embarcaciones españolas.
El fin de la cesión
El tercer pacto establecido en Utrecht es el más importante, ya que aludía a que España tiene prioridad para dar por terminada la cesión si Gran Bretaña intentara «dar, vender o enajenar de cualquier modo la propiedad de Gibraltar». En este sentido, el Gobierno británico ya ha decidido «enajenar» su colonia. Obviamente no a una potencia extranjera, pero sí a la población del Peñón mediante las ambiguas concesiones que se les ha hecho.
La reforma de la Constitución de Gibraltar de 2006 introduce el derecho de autodeterminación de los gibraltareños
Por un lado, la Constitución gibraltareña de 1969 y, por otro, las reformas adheridas en 2006, en las que se introducía el derecho de autodeterminación de los gibraltareños, aunque condicionara éste a «los tratados existentes», tal y como exigía España. Si hiciéramos caso al Derecho Internacional e interpretáramos correctamente el artículo X del Tratado de Utrecht, la cesión de España habría terminado y tendría que recuperar los derechos soberanos sobre el territorio cedido.
No hay que olvidar que el susodicho artículo considera a este pedazo de tierra como un punto de apoyo estratégico sin dimensión demográfica, por lo que en él nada se dice de su población. De ahí que dispusiera la reversión a España si Gran Bretaña lo abandonara. Esto no solo se impide la transferencia a un tercer país, sino también a un Gibraltar independiente, algo que avalan las Naciones Unidas en su resolución 2253 de 1967.
Tres siglos de vigencia de un tratado que jamás se ha revisado y por el que no han dejado de sucederse episodios de tensión entre el Gobierno español y británico, en una relación que el historiador y escritor Federico Sánchez Aguilar calificó como la «herida abierta» de España.

martes, 20 de octubre de 2015


La inquisición en Sevilla

La Inquisición ocupa en la historia española de los siglos XVI y XVII, un lugar muy importante no sólo por su poder, sino por la mezcla de terror y veneración que inspira su nombre y que hace que su presencia se deje sentir constantemente en la vida ordinaria. La Inquisición era, en realidad, una institución independiente de la Iglesia y respaldada por la Corona para perseguir a los falsos cristianos y a los herejes.
Creada por los Reyes Católicos en su versión moderna, comenzó a funcionar en Sevilla en el año 1481. Fue en Sevilla donde se aprobaron las primeras reglas (1484) inquisitoriales ampliadas años más tarde hasta integrar las llamadas Instrucciones Antiguas. Fue en Sevilla donde los conversos, sin duda, desde el Cabildo, y como en otras partes, se opusieron a la implantación del Tribunal. Fue un arzobispo de Sevilla, Pedro González de Mendoza el verdadero fundador de la Inquisición Moderna y, desde entonces, Sevilla contó con arzobispos-inquisidores generales. Todo ello porque era un ciudad con notables minorías judeo-moriscas y un gran centro mercantil abierto al tráfico de todas las naciones, por lo que era un lugar idóneo para la presencia y difusión de ideologías no católicas, en particular la luterana.



El Tribunal del Santo Oficio inició su actuación teniendo como sede el convento de San Pablo de los dominicos. La orden dominica, jugándose su prestigio y tratando por todos los medios de aventajar a su más próxima rival, la Orden Franciscana, no tuvo empacho en convertir su convento en cárcel pasajera de los hombres y mujeres "más culpados" de la herejía, al menos de los seis que inauguraron el quemadero de Tablada el 6 de febrero de 1481. Allí fueron quemados seis hombres y mujeres en los llamados "cuatro profetas", "cuatro grandes estatuas huecas de yeso... dentro de las cuales metían vivos a los impenitentes para que muriesen a fuego lento". En el auto predicó el dominico Fray Alonso, "celoso de la fe de Jesucristo fue el que más procuró en Sevilla esta Inquisición". En el segundo auto, que se celebró a finales de abril de 1481, se procesó al famoso Pedro Fernández Benadeva, participante de la conjura de los conversos, en la collación de San Juan de la Palma. Este caso se recordaría en las coplillas burlescas de la chiquillería: "Benadeva, dezí el Credo / ¡Ax, que me quemo!", narraba Sebastián Pinelo en 1569 -con 75 años- que oyó cantar siendo muchacho.

El convento de San Pablo se rodeó así de lúgubre fama, acrecentada con el paso de los años. Según afirmó en 1612 el abad Gordillo, los inquisidores "celebraban en su convento... los autos y ejemplares castigos que en los herejes y tornadizos convenían que se hiciesen, y en su iglesia ponían los sambenitos, y aun es fama constante que dentro de la cerca del mismo convento hicieron sus cárceles y ejecutaban las penas de fuego que imponían". Al profesor Juan Gil se le hace duro de creer que parte del recinto dominico se hubiera convertido en mazmorra inquisitorial; la tradición, descabellada a primera vista, queda avalada por la fuente anteriormente citada, aunque ya se le atragantó a Ortiz de Zúñiga, que procuró maquillar en lo posible una crueldad inaceptable ya para la sensibilidad de su tiempo.





Pero pronto tuvo que trasladarse al Castillo de Triana, a orillas del Guadalquivir; aquí residió durante todo el siglo XVI aunque no todas las dependencias del Tribunal radicaron en él, por ser pequeño dado el extraordinario desarrollo que fue alcanzando en el transcurso del tiempo.

La composición del Tribunal en Sevilla durante esta época fue de tres inquisidores, un fiscal, un juez de bienes confiscados, cuatro secretarios, un receptor, un alguacil, un abogado del fisco, un alcaide de las cárceles secretas, un notario de secreto, un contador, un escribano, un nuncio, un portero, un alcaide de la cárcel perpetua, dos capellanes, seis consultores teólogos y seis consultores juristas, más un médico. Además la Inquisición disponía de la colaboración de los "familiares", que constituían una especie de policía, a menudo fanática, y que disfrutaba de los privilegios de escapar a la jurisdicción de los demás tribunales, estando autorizado a portar armas.

Estas y otras ventajas provocaban roces y disputas con las autoridades seculares, y a veces por motivos nimios. M.E. Perry cita un caso en 1637 en el que un funcionario de la Inquisición se negó a ayudar a unos jueces que habían volcado su coche. Los jueces, molestos por esta actitud, le impusieron una multa de 200 ducados, que la Inquisición se negó a pagar. El Asistente mandó 50 soldados para confiscar bienes del Tribunal por el valor de la multa. La Inquisición contestó excomulgando a seis oficiales de la justicia que habían intervenido en el caso. Nueve días más tarde, sin embargo, llegó la orden de Madrid de suspender la excomunión y de rebajar la multa a 50 ducados.

Sevilla siglo XVI


El celo del Tribunal afectaba a herejes, bígamos, blasfemos, usureros, sodomitas, brujos, hechiceros y clérigos acusados de deslices sexuales. La condición de los condenados era muy variada, demostrando la extensión y filtración de los conversos: alcalde de Olivares, jurado, escribanos, alcalde ordinario, secretario del duque de Medina Sidonia, religiosos, lombardero, cambiador, corredor de lonja, físico, curtidor, vinatero, trapero, calero, toquero ... Únicamente se liberaban de su ámbito los obispos y las órdenes religiosas sujetas directamente al papado. Sin embargo, el Tribunal se esforzó por someter a frailes y ello originó múltiples querellas, zanjadas sólo a principios del XVII en que triunfó la Inquisición.

Pero la labor esencial del Santo Oficio era la de perseguir y juzgar a los falsos conversos. Los autos de fe que se celebraron en Sevilla tuvieron lugar, primero en las gradas de la Catedral, y más tarde en la Plaza de San Francisco, aunque la mayoría tuvieron lugar en la iglesia de Santa Ana, además de la de San Marcos y en el convento de San Pablo. En todos estos lugares acudía una gran multitud, que solía participar de una manera enfervorizada en todo el complicado ceremonial que llevaban aparejados estos actos. Famosos fueron los de 1546, en el que salieron condenadas 70 personas a diversas penas, o el de 1560, por el que fueron condenados a la hoguera los doctores Egidio y Constantino. En este siglo XVI, constan Autos de Fe en Sevilla en los años 1524, 1546, 1559, 1560, 1562, 1570, 1571, 1573, 1574, 1575, 1578, 1579, 1580, 1586, 1592, 1596 y 1599.




Normalmente los autos eran anuales, (2) a celebrar antes o después de la Cuaresma, aunque no siempre. Un auto costaba mucho dinero (en 112.500 maravedíes se calculó el valor de cada uno en Sevilla hacia 1600) y el Tribunal siempre anduvo flaco de fondos, pues se nutría de multas y confiscaciones. No obstante, un inquisidor podía cobrar de salario ordinario 100.000 maravedíes anuales, más, entre otras gabelas, 50.000 de ayuda de costas. El médico percibía 50.000 maravedíes de salario. A estos había que añadir las retribuciones de los pintores de corozas y efigies, el verdugo,...

En cuanto al Auto, condena y suplicio digamos que la condena tenía lugar donde se celebraba el auto y el suplicio en otro sitio; los primeros, que llegaron a tener carácter de fiesta y regocijo público, se celebraron en las Gradas de la Catedral, el lugar más concurrido de la época. El cadalso se colocaba a las espaldas del Sagrario Viejo y el tablado para los convidados en los portales, "frente a donde se vendían las zapatillas". El azote público solía celebrarse en la Puerta del Perdón y la hoguera en el quemadero de Tablada. Éste de la hoguera, la mayoría de los relajados la sufrieron en efigie, es decir, no en persona. Por ejemplo, es el caso de Egidio, que murió en 1555, fue condenado en 1560, como hemos visto.

Una época de gran actividad fue la transcurrida desde 1481, en que se instruyen los primeros procesos en Sevilla, hasta 1524, en que se quemaron a más de 1.000 personas y otras 20.000 abjuraron. Estas impresionantes cifras son citadas por el cronista Ortiz de Zúñiga, que las extrajo de una placa que había en la puerta del castillo inquisitorial de Triana. Pero debemos tener en cuenta que, considerando que la mayoría de los condenados lo eran en efigie, la lápida quizá recogiese los reales y los muertos en figura.

El más importante de los celebrados en las Gradas fue el del año 1546, que por iniciativa del Inquisidor don Fernando Valdés, tuvo extraordinaria solemnidad. Salieron condenas en el auto setenta personas: veintiuna para el quemadero, siete mujeres y catorce hombres; y condenados a retractación y cárcel perpetua, dieciséis. La casa de uno de los reos se arrasó y sembró de sal. En la ceremonia religiosa predicó Gonzalo de Millán, administrador del Hospital del Cardenal. El auto fue larguísimo, pues empezó a las diez de la mañana y terminó al anochecer.




Fuente; Universidad de Sevilla.

viernes, 16 de octubre de 2015

Los lugares de la novela




Argel
Ciudad del norte de África, bañada por el mar mediterráneo. A partir del siglo X se convirtió en un importante puerto por el que pasaba gran parte del comercio del Mediterráneo. España ocupa en 1.510 el peñón situado frente al puerto, pero fueron desalojados por Barbarroja en 1.530, el cual, con la protección del Imperio otomano convirtió la ciudad en una base para la piratería. En 1.711, Argel cae en manos de los jenízaros, hasta la llegada de los españoles en 1.732, donde reinarán hasta 1791.

Asiento de negros
Un asiento era un documento, que se incluían en algunos tratados de paz, por el cual un conjunto de comerciantes recibía el monopolio sobre una ruta comercial o producto.
Un ejemplo de acuerdo internacional fue el "Asiento de Negros", un monopolio sobre la caza de esclavos de África y la América hispana y que se otorgó a Inglaterra a través del Tratado de Utrecht al terminar la Guerra de Sucesión Española (1714) como compensación por la victoria del candidato francés Felipe V de España. Con este tratado se fijaba que, anualmente, Inglaterra tenía el derecho de traficar con 4800 esclavos negros, y todo esto, durante un periodo de treinta años.
En muchos casos de forma internacional un asiento en forma de financiación en el caso de economías de escala daba como fruto una compañía privilegiada, que era una compañía comercial cuyas actividades gozaban de la protección del Estado mediante un privilegio especial, que aunque no siempre conformaba un monopolio total, sí establecía en la mayoría un monopolio natural a manos del Estado. Su existencia se remonta al siglo XIV en Italia, destacando la Compañía Británica de las Indias Orientales, la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales o la Casa de Contratación de Indias en Sevilla.

En España destacan los asientos de los genoveses (enemigos de la corona de Aragón) y más tarde de los llamados Marranos o judíos portugueses.

El Cabo
Aldea separada de la ciudad de Santa Cruz por el barranco Santos, y unida a ella por medio de un puente. En ella vive el portero de la inquisición que sustituye Tirso.


Carolina británica
Colonia inglesa, nombrada así en homenaje al rey Carlos II de Inglaterra. Situada al norte de Florida. La región de Carolina del Sur era reivindicada por españoles y franceses hasta la década de 1730. El algodón pasó a ser cultivado en gran cantidad en la región, principalmente  exportado a otros países. La venta de algodón a precios competitivos requería gran cantidad de mano de obra barata. Así fue como miles de personas fueron traídos a la fuerza desde el continente africano, para trabajar como esclavos. Con la expansión del área cultivada desde el litoral hacia el interior, cada vez más colonos y esclavos se instalaban en la región. En 1775, Carolina del Sur poseía cerca de 175 mil habitantes. De estos, 100 mil eran blancos y 75 mil eran negros.




Castillo de San Cristóbal
Residencia del gobernador de Santa Cruz. La casa de la inquisición se encuentra cercana a dicho baluarte.
Castillo de San Cristóbal en un óleo de Pedro de Guezala



Castillo de San Marcos
Fortaleza de la ciudad de San Agustín de la Florida.



Cruz de San Andrés
La cruz del mártir pasó a representar a los temibles tercios españoles con la llegada de Felipe el Hermoso. Posteriormente se convertiría en la enseña de los ejércitos del imperio español.



El Cruz de Cristo
Navío fondeado en el puerto, que es utilizado para el contrabando.
Es un lugar inventado por el autor.



El Timón
La taberna del Timón sirve de burdel barato, al tiempo que se utiliza de lugar de reunión para gente de mal vivir. Es regentada por Francisco. Allí trabaja “Teresita”.
Es un lugar inventado por el autor.



Riscos
Peligrosos acantilados de Tenerife, donde la orchilla crece con mayor abundancia.



Génova
Republica de Génova. Poderoso estado administrado y dirigido por banqueros caído en desgracia a partir del siglo XVIII. En 1742 la última posesión de los genoveses en el Mediterráneo, la fortaleza de la isla de Tabarka, fue tomada por el bey de Túnez.



Georgia
En 1730, un grupo de británicos establecieron planes para la creación de una colonia en el sur inexplorado de las Carolinas. Esta colonia se llamó Georgia, en homenaje al entonces monarca del Reino Unido, el rey Jorge II de Gran Bretaña, George en inglés. Este autorizó la creación de la nueva colonia a través de la segregación de la región sur de las Carolinas. Inicialmente, este grupo de británicos planearon enviar prisioneros o personas endeudadas a aquella zona. Este plan, sin embargo, fue abandonado, y sólo algunos endeudados fueron enviados allí, personas de las que no se volvió a tener más noticias después de su salida del Reino Unido.



La Laguna
San Cristóbal de La Laguna fue fundada en la proximidad una antigua laguna, que al igual que ocurrió en otras ciudades del mundo como la Ciudad de México, la laguna tuvo que ser dinamitada en la época debido al estado del agua, se secó y dio lugar al crecimiento de la ciudad. Tras la finalización de la conquista de las islas. Fue fundada entre 1496 y 1497 por el Adelantado Alonso Fernández de Lugo y nombrada capital del Cabildo de Tenerife, por estar situada en el interior de la isla y con ello libre de saqueos por parte de los piratas.
La ciudad se fue constituyendo poco a poco, asentándose en ella la élite y aristocracia de la época, así como el poder religioso. La Laguna fue en esta época la cuna de la Ilustración en Canarias. Como consecuencia de la tala de los bosques de alrededor de la laguna, la erosión pluvial desplazó la tierra de los mismos hacia abajo, cegando la mayor parte de la laguna y convirtiéndola en la fértil llanura conocida como Vega Lagunera. La Laguna fue sede de la Capitanía General de Canarias durante tres siglos y por lo tanto fue la capital de facto del archipiélago canario durante este período.



La Venus
Lupanar de lujo, donde la alta aristocracia de Tenerife puede saciar su sed de pecado. Kindelan conoce a Magdalena en dicho prostíbulo.
Es un lugar inventado por el autor.


Mazalquivir
Ciudad cercana a Orán.



Navío de permiso
El navío de permiso consistía en el permiso concedido por la Corona Española a Inglaterra tras la firma del tratado de Utrecht, el cual autorizaba a Inglaterra a enviar un barco al año con una capacidad de carga de 500 toneladas a las colonias españolas americanas para comerciar con éstas.
Esta concesión fue aprovechada por los británicos para ejercer un contrabando al repostar el barco con nuevos géneros en alta mar provenientes de Jamaica y volver a puerto para intercambiar estas mercancías. 

Orán
En 1509 fue tomada por tropas
españolas bajo el mando del Cardenal Cisneros y de Pedro Navarro. Entre 1708 y 1732, la ciudad formaría parte del Imperio otomano, siendo reconquistada por el Conde de Montemar al frente de la expedición española a Orán.



Pasaje de la Plata
Pequeño paseo cercano al puerto de Santa Cruz, donde se acomodan las tiendas más caras de la isla.
Es un lugar inventado por el autor.


Orán 1732


San Agustín de La Florida
Fundada en septiembre de 1565 por el explorador y almirante español Pedro Menéndez de Avilés, San Agustín es la ciudad de origen europeo más antigua del territorio de Estados Unidos habitada de forma permanente.



Santa Cruz de Tenerife
Santa Cruz, es una ciudad  en la isla de Tenerife (Canarias, España).



Teide
Volcán situado en la isla de Tenerife. Con una altitud de 3718 metros sobre el nivel del mar y 7500 metros sobre el lecho oceánico, es el pico más alto de España, y el de cualquier tierra emergida del océano Atlántico. Es el tercer mayor volcán de la Tierra

Villaviciosa de Tajuña
Pedanía de la comarca de La Alcarria. El 10 de diciembre de 1710 tuvo lugar en sus cercanías la batalla de Villaviciosa entre las tropas hispano-francesas del pretendiente Felipe V, dirigidas por el Duque de Vendôme y las tropas aliadas del Archiduque Carlos comandadas por Guido von Starhemberg.


Personajes históricos

Capitán Francisco Menéndez

Esclavo huido de las colinas británicas, llego a convertirse en capitán de una milicia de hombres negros y libres, auspiciados por la corona española.  
En 1693 el Rey Carlos II de España ordenó, por medio de una Real Cédula, que todos los esclavos fugitivos británicos que alcanzasen Florida, hombres o mujeres, siempre que abrazasen la fe católica, fuesen liberados. En algunos casos los fugitivos que llegaban a San Agustín eran integrados dentro de las milicias negras (formadas por hombres libres) que también existían en otras plazas caribeñas como Veracruz, Puerto Rico o La Habana. Así lo hizo un esclavo mandingo que había huido de Carolina y tomado el nombre de Francisco Menéndez, y que en 1728 se destacó (al igual que el resto de la Milicia Negra de San Agustín) al repeler varias incursiones de los británicos y sus aliados indios sobre Florida. Estas acciones ganaron la admiración de Montiano, que nombró a Menéndez Capitán de la milicia en el nuevo enclave defensivo. Menéndez juró servir a la Corona Española "hasta que la última gota de sangre fuera derramada".


Cimarrón
En América, se llamó cimarrón a los esclavos rebeldes, algunos de ellos fugitivos, que llevaban una vida de libertad en rincones apartados de las ciudades o en el campo denominados palenques o quilombos. Posteriormente, en Cuba se adoptó preferiblemente el vocablo jíbaro para referirse los cimarrones. Parece también que la palabra cimarrón no se empleó casi nunca con los nativos americanos fugitivos, tratándose de un vocablo utilizado más a menudo para referirse a los negros fugitivos.
Hubo este tipo de organizaciones en todas las colonias, tanto españolas como portuguesas, en Hispanoamérica. Los "quilombos", "mambices", "cumbes","rochelas", "ladeiras", etc. fueron otras denominaciones adoptadas por los negros rebeldes. El más famoso palenque del colonialismo latinoamericano fue el "Quilombo de los Palmares", en el Brasil (colonia portuguesa). Tenía una población de unos 15.000 negros esclavos rebeldes y se mantuvo durante casi todo el siglo XVII. Las tropas reales portuguesas usaron 6.000 soldados y les costó dos años rendirla. Incluso en muchos de esos palenques existieron reyes negros. Por ejemplo: Benkos Biohó, el Rey de Arcabuco, cerca de Cartagena de Indias, en Colombia. En Venezuela, fue famoso el Rey Miguel. En Panamá, el Rey Bayano. En el virreinato del Perú, hubo en Huaura un rey cimarrón a mediados del siglo XVI. El virrey envió una tropilla de 120 soldados españoles, que incursionaron violentamente en el palenque, matando a todos sus integrantes.

Cherokees
Pueblo indígena de Norteamérica. Los españoles fueron los primeros en saber de su fiereza.
Los cheroqui son un grupo indígena de Norteamérica que habitaba el territorio actual de los estados de Alabama, Georgia, Kentucky, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia en el sudeste de los Estados Unidos cuando los europeos contactaron con ellos en el siglo XVI. Con posterioridad, la mayoría de los cheroqui fueron forzados a trasladarse a la Meseta Ozark (Oklahoma). Los cheroqui eran uno de los pueblos que se agrupaban en las “Cinco Tribus Civilizadas”.
Hay dos puntos de vista prevalecientes sobre el origen de los cheroqui. Una es que el cheroqui, un pueblo de lengua iroquesa, eran rezagados en relación a los Apalaches del Sur, que podrían haber emigrado en tiempos prehistóricos tardíos de las zonas del norte, el territorio tradicional de la más tarde Haudenosaunee cinco naciones y otros pueblos de habla iroqués. Los investigadores en el siglo XIX registraron conversaciones con ancianos que relataban una tradición oral de la migración del pueblo cheroqui al sur de la región de los Grandes Lagos en la antigüedad.4 La otra teoría, que se discute por especialistas académicos, es que los cheroqui habían estado en el sureste desde hace miles de años. No hay evidencia arqueológica para esta.
Algunos tradicionalistas, los historiadores y los arqueólogos creen que los cheroqui no llegaron a los Apalaches hasta el siglo XV o más tarde. Podrían haber migrado desde el norte y trasladarse hacia el sur en territorio Creek, estableciéndose en zonas de montículos construidos por la cultura Mississippi.
El término castellano cheroqui puede deberse en origen al término en lengua cheroqui tsalagi (pronunciado yá-la-gui o chá-la-gui). Éste pudo haber sido adaptado fonéticamente al castellano (o más probablemente a un dialecto barranqueño, ya que Hernando de Soto era extremeño) como chálaque, después al francés como chéraqui, y luego al inglés como cherokee, volviendo de nuevo al castellano como cheroqui.

Iniciándose aproximadamente al tiempo que la Guerra de Independencia de Estados Unidos, (a finales del 1700) las violaciones repetidas de los tratados por parte de los colonos británicos empujaron a algunos cheroqui a dejar su nación.


Creek
En el siglo XVII y XVIII formaron con otras tribus (entre ellas los Semínola) la llamada Unión de los Creek.
Los miembros de ésta tribu vivieron en la mayor parte de los actuales estados de Georgia y Alabama. Los Seminola se originaron a partir de la mixogénesis de creeks, apalaches, alabamas, Timucuas, españoles, esclavos cimarrones de origen africano e incluso otros individuos de origen europeo (ingleses, escoceses, irlandeses etc.) por lo cual resultaron bastante diferenciados de los Creek o Cric.

Los Creeks fueron considerados entre las Cinco Tribus Civilizadas (Five Civilized Tribes en inglés), término aplicado a cinco naciones indígenas del actual sur de los Estados Unidos, incluyendo los Cherokee, los Chickasaw, los Choctaw, y los Seminola, considerados "civilizados" por los colonos europeos durante el periodo colonial y federal temprano porque habían adoptado muchas costumbres occidentales (incluyendo la posesión de plantaciones y esclavos) y habían tenido en general buenas relaciones con sus vecinos.



Felipe V
Felipe V de España, llamado «el Animoso» (Versalles, 19 de diciembre de 1683-Madrid, 9 de julio de 1746), fue rey de España desde el 16 de noviembre de 1700 hasta su muerte en 1746, con una breve interrupción (comprendida entre el 16 de enero y el 5 de septiembre de 1724) por causa de la abdicación en su hijo Luis I, prematuramente fallecido el 31 de agosto de 1724.

Fue el sucesor del último monarca de la casa de Austria, su tío-abuelo Carlos II, por lo que se convirtió en el primer rey de la casa de Borbón en España. Su reinado de 45 años y 3 días (como ya se ha señalado, en dos periodos separados) es el más prolongado en la historia de este país.



Francisco Gutiérrez de los Ríos
Noble, diplomático, militar, pensador y pedagogo español perteneciente al grupo de los Novatores o preilustrados.


Louis Feuillée
Sacerdote de la Orden de los Mínimos, explorador, botánico, geógrafo y astrónomo francés.


Luis XIII
Estableció el meridiano cero en la punta de Orchilla, en la isla del Hierro.Fue el padre de Luis XIV, apodado como el “Rey Sol”. 

Luis XIV
Luis XIV de Francia, llamado «el Rey Sol» o Luis el Grande (Saint-Germain en Laye, Francia, 5 de septiembre de 1638-Versalles, Francia, 1 de septiembre de 1715), fue rey de Francia desde el 14 de mayo de 1643 hasta su muerte, con casi 77 años de edad y 72 de reinado.
Luis XIV fue el primogénito y sucesor de Luis XIII y de Ana de Austria (hija del rey Felipe III de España). Incrementó el poder y la influencia francesa en Europa, combatiendo en tres grandes guerras: la Guerra de Holanda, la Guerra de los Nueve Años y la Guerra de Sucesión Española. La protección a las artes que ejerció el soberano Luis XIV fue otra faceta de su acción política. Los escritores Moliére y Racine, el músico Lully o el pintor Rigaud ensalzaron su gloria, como también las obras de arquitectos y escultores. El nuevo y fastuoso Palacio de Versalles, obra de Luis Le Vau, Charles Le Brun y André Le Nôtre, fue la culminación de esa política. Al trasladar allí la corte (1682), se alejó de la insalubridad y las intrigas de París, y pudo controlar mejor a la nobleza. Versalles fue el escenario perfecto para el despliegue de pompa y para la sacralización del soberano.

Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió crear un régimen absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el prototipo de la monarquía absoluta en Europa. La frase L'État, c'est moi («El Estado soy yo») se le atribuye frecuentemente, aunque los historiadores la consideran una imprecisión histórica, ya que es más probable que dicha frase fuera forjada por sus enemigos políticos para resaltar la visión estereotipada del absolutismo político que Luis XIV representaba, probablemente surgiendo la cita «El bien del Estado constituye la Gloria del Rey», sacadas de sus Réflexions sur le métier de Roi (1679). En contraposición a esa cita apócrifa, Luis XIV dijo antes de morir: Je m'en vais, mais l'État demeurera toujours («Me marcho, pero el Estado siempre permanecerá»).

Palenques
Un palenque tenía una fuente de agua, un pedazo de tierra para cultivo, un almacén subterráneo y una pequeña cantidad indispensable de lampas y hachas. Para su defensa, en algunos palenques se habían construido fuertes. Estaban hechos de palizadas, en el punto más alto de su temporal albergue. Tenían como únicas armas espadas, cuchillos y otras armas blancas. Nunca poseyeron armas de fuego. En otros casos completaban su defensa acopiando piedras. Hacían ejercicios de corte militar, utilizando la táctica de las guerrillas.
En el caso de los cimarrones criollos, no poseían rey. Sus jefes se hacían llamar coroneles o capitanes, por cuanto éstos no procedían directamente de África, ya que eran, como se dijo, cimarrones criollos.
En su búsqueda de libertad, se habían unido negros de diversas etnias africanas, incluso algunas que en África mantenían rivalidades muy marcadas, como es el caso de las etnias africanas congos, minas y terranovos. Tenían cierta independencia, aunque mantenía relaciones económicas más o menos normales con las ciudades y haciendas vecinas. En sus áreas de cultivo, sembraban maíz y zapallo, se abastecían de carne cazando venados y pájaros y obtenían algún que otro dinero vendiendo sombreros y canastas.
Si capturaban a un cimarrón fugitivo los dueños, en ocasiones, le cortaban un pie para que no se escapara de nuevo. En otras ocasiones, castraban a los hombres y cortaban los pechos de las mujeres.

Robert Blake
Pirata inglés. El escudo de Tenerife de Santa Cruz de Tenerife, contiene tres cabezas de León. En una de ellas la cruz de Santiago la atraviesa (la que está en el centro del emblema). Las tres cabezas representan los tres asaltos que soportó la isla por los almirantes ingleses Blake, Jennings y Nelson.



Año de nuestro señor de 1.723. 

Tras la guerra de sucesión española, la familia Kindelan se forja un futuro en Tenerife. Su asociación con la nobleza de la isla les aúpa socialmente, pero el juego de la política y la corrupción es demasiado peligroso. Habrá que pagar un alto precio. 
Un huérfano es recogido por una anciana. La miseria y la angustia comprimen el alma del muchacho, ¡un monstruo anida en él!... Y una esperanza; Carmen Kindelan. 
Ambas historias cruzan sus caminos hacía un único destino, más allá del inmenso océano. Un romance imposible. Un asesino que busca la redención… y el nacimiento de un soldado; Alcaraván.

Embarca en el viaje por el interior de un hombre, y su lucha consigo mismo. Vive en medio de los ambientes más sórdidos y las más altas cumbres del poder, en una España donde la corrupción, la guerra, el contrabando, el heroísmo y el amor se dan de la mano.


*

viernes, 9 de octubre de 2015

Personajes del primer libro


Alcaraván, Tirso

Alcaraván lleva toda su corta vida trabajando entre los arrecifes de Tenerife, cohabitando con los gigantescos cortes montañosos que se precipitan al mar. Desde niño pisa aquellas rocas ennegrecidas, poco después de quedarse sin madre. Nunca conoció a su padre, y aunque decía no importarle demasiado aquel interrogante de su vida, lo cierto era que aquel vacío le marcaría para siempre.
Aunque su nombre era Tirso, nadie le trataba como tal, y los cuatro gatos que le conocían en la zona le apodaban Alcaraván, como el pequeño pajarillo migratorio. Y es que el chiquillo era igual que el ave en sus comportamientos, pues salía de noche a conseguir sustento, era  huérfano solitario y  desconfiado que enseguida se movía ocultándose con facilidad  y con tendencias a refugiarse en los recodos de la piedra, por los miedos que le entraban nada más ver a cualquier desconocido.


Carmen Kindelan

Carmen Kindelan no era la mujer más hermosa de las islas canarias, pero nadie podía dudar de su belleza. Su larga y brillante cabellera de color cobrizo no tenía rival allá… en su niñez, y ni mucho menos después, cuando las bellas curvas de mujer se fueron acentuando tiempo después de  su llegada a las islas Pródigas. 

Se convertirá con los años en una mujer fuerte y decidida, imposible de dominar.










Alfonso Díaz

Padre de German Díaz y marido de Doña Carlota. Uno de los hombres más poderosos e influyentes de Tenerife. Dueño de un permiso de indias, maneja el negocio de importación y exportación en las islas y tiene grandes contactos en La Habana. Junto a Ignacio Serrano y Pedro Otaola urden la trama para acabar con Don Muñoz.

Andrés, el párroco

Un buen hombre, preocupado por su rebaño y en hacer lo mejor por ellos. Tras el “milagro”, su mundo se centrará en Tirso. Tras la confesión de Alcaraván, se sentirá culpable de por vida.

Carlota

Esposa de Don Alfonso Díaz y madre de German Díaz. Pertenece a una larga estirpe de nobles que se remonta a la época de la conquista de las Canarias.

Concepción Herrera: esposa de Ignacio Serrano.

Esposa de Ignacio Serrano y madre de María Serrano. Amiga de Doña Carlota, pero siempre primando para ella su marido y las ordenes de éste.

Consuelito

La hija “moribunda” de Juan el orchillero.

Dolores

La buena anciana que recoge a Tirso siendo un niño. Se convierte en lo más parecido a una madre para Alcaraván.

El enano, siervo de Don Muñoz

Fiel siervo de Don Muñoz. El aspecto del enano no deja a nadie indiferente con un vistoso y elegante traje de color azul celeste y un sombrero con tres plumas multicolores.

Esperanza Castellanos

Esposa de Juan el orchillero.

Francisco, el tabernero

El dueño de la taberna del Timón. Enamorado de Magdalena desde siempre, acaba casándose con La Kika.

German Díaz

El hijo de Don Alfonso Díaz. Capaz, inteligente y culto, es el paradigma de caballero de la ilustración. Se verá envuelto en una vida que no esperaba a causa de su amor por Carmen Kindelan.

Ignacio Serrano

Padre de María Serrano. Don Ignacio es dueño de permisos de Indias y copropietario de buenos navíos que cruzan el Atlántico.

Juan, el orchillero

Hombre dedicado al oficio de la orchilla. Su rudeza choca con una profunda religiosidad. Marido de Esperanza Castellanos y padre de Consuelito.

Julia

Esposa de Don Pedro Otaola. Egoísta.  

Kika, la esposa del tabernero Francisco.

La esposa de Francisquito el tabernero, conocida por la Kika familiarmente.

Kindelan

Teniente de Dragones del Ulster. Padre de Carmen y marido de Victoria Soriano. Oriundo de Irlanda. Tras la guerra de sucesión española, lleva a su familia a Tenerife, donde acontecen los sucesos de la narración. La pérdida de una pierna y los dolores que ésta le inflige le llevará a la adición del opio.

Lola

La Madame de la Venus.

Magdalena

Mujer de gran belleza que trabaja en el lupanar de Las Venus. Amante del teniente Kindelan. Prima de Teresita.

María Serrano

Íntima amiga de Carmen Kindelan desde la infancia. Hija de Ignacio Serrano y Concepción Herrera.

Miguel, el esclavo de los Kindelan

Un maduro y castigado esclavo del anterior dueño del comercio, que pasó a formar parte de los bienes de los Kindelan cuando se hizo el traspaso de la tienda y los negocios que ello aparejaba. Y el negro Miguel se convirtió en uno más de los miembros de la familia.

Monstruo del fresno

Depravado asesino y caníbal. Su imagen quedó grabada en la mente de Alcaraván como símbolo del mal que anida en su interior.

Muñoz

Amigo de la familia de los Kindelan. Después de la guerra con Gran Bretaña, una de las condiciones que impuso Inglaterra a España, fue la otorgación del llamado Navío de Permiso. Mediante dicha anuencia, los ingleses tienen derecho a negociar con un buque cargado de mercancías de la América española cada año. Pero también se les concedió el llamado Asiento de Negros, es decir, el monopolio del comercio de esclavos. Este hecho, convierte con el paso de los años el negocio principal de Don Muñoz y otros personajes, en un problema para él y para la estabilidad de la región. Su red económica se hunde de la noche a la mañana, cedida ésta por la corona a los británicos. Graves confrontaciones armadas con tratantes ingleses en la costa africana y un último altercado en Sevilla, firman la sentencia de un hombre que se niega a rendir su negocio en manos extranjeras.
Alguacil

Pablo Múgica

Acusado de realizar actos judaizantes.

Pedro Otaola

Alguacil de la inquisición.


Teresa

Llamada Teresita, mujer de mal vivir que mantendrá un amorío con Alcaraván. Prima de Magdalena.  

Victoria Soriano

Madre de Carmen Kindelan. Oriunda de Villaviciosa de Tajuña. Allí  conoció al Teniente, tras la batalla que allí se libró.


Venus


Lupanar de lujo que se encuentra a las afueras de la ciudad.






Florida española

Florida española

Provincia de La Florida
La Florida
Territorio de la Capitanía General de Cuba
 No flag.svg
 (1783) British-Red-Ensign-1707.svg
1513-1821
British-Red-Ensign-1707.svg (1763) 
British-Red-Ensign-1707.svg (1763) 
No flag.svg (1817) 
Flag of the United States.svg (1821) 
Ubicación -en naranja claro- de La Florida española
CapitalPensacola y San Agustín
Idioma oficialEspañol
ReligiónCatólica
GobiernoMonarquía absoluta

Rey
 • 1516-1556Coat of Arms of Charles I of Spain (1520-1530).svg Carlos I
 • 1808-1833Escudo de Carlos III de España Toisón y su Orden variante leones de gules.svg Fernando VII

Gobernador

Flag of Spain (1785-1873 and 1875-1931).svg Gobernadores de la Capitanía General de Cuba
Período históricoFlag of Cross of Burgundy.svg Imperio español
 • Ponce de Leóntoma posesión de Florida8 de abril de 1513
 • Tratado de París10 de febrero de 1763
 • Tratado de Versailles3 de septiembre de1783
 • Tratado de San Lorenzo27 de octubre de 1795
 • Tratado Adams-Onís22 de octubre de 1821
Gentilicio: hispano (a), español (a)
La Florida española fue un territorio español ubicada en la península homónima (en realidad, las dos Floridas), que se corresponde aproximadamente con el actual estado estadounidense de Florida. Los españoles arribaron a la península de Florida en 1513 y permanecieron en ella durante dos largas etapas, formó parte de la Capitanía General de Cuba. La primera de 1565 a 1763 y la segunda de 1784 a 1821, momento en que las provincias de Florida fueron cedida a los Estados Unidos de América mediante el Tratado de Adams-Onís.

Índice

   

Primer establecimiento español (1565-1763)[editar]


Juan Ponce de León(Santervás de Campos,ValladolidEspaña) fue el primer europeo en llegar al actual EEUUya que fue el descubridor de Florida, a la que dio su actual nombre.

Fortificaciones y misiones españolas en Florida antes del 1700.
Cuando el conquistador español Juan Ponce de León llegó a Florida en 1513 varias tribus de indígenas vivían en el territorio. Avistó las costas de Florida por primera vez el 27 de marzo de 1513 confundiéndolas con una isla. El día 2 de abril desembarcó. Bautizó a la tierra recién descubierta como "La Pascua Florida" por haberse producido el descubrimiento durante el Domingo de Resurrección de Semana Santa.
En 1521 Ponce de León regresó con equipamiento y colonos para establecer un asentamiento permanente, pero se encontró con la feroz oposición de los indígenas que no cesaban en sus ataques a los colonos españoles. Los registros más antiguos de Florida son de esta época. Pánfilo de Narváez exploró la costa occidental de Florida pero naufragó cuando se disponía a escapar hacia México. Uno de sus oficiales, Álvar Nuñez Cabeza de Vaca, sobrevivió nueve años realizando una sorprendente gesta: atravesó sólo y a pie el trecho que separa Florida de México en el primer viaje a través de Norteamérica. Una vez en México, que entonces se llamaba Virreinato de Nueva España, se las arregló para volver a la metrópoli donde escribió un libro en el que narró su aventura por tierras norteamericanas. Inspirado por el ejemplo de Cabeza de Vaca otro conquistador, Hernando de Soto, organizó en 1539 una nueva expedición a la península. Miembros de esta expedición publicaron más adelante detalles de los nativos de La Florida tales como su estilo de vida o su comportamiento. En 1559Tristán de Luna y Arellano consiguió establecerse por primera vez en Panzacoladurante dos años.
Los franceses empezaron a interesarse por América lo que obligó a los españoles a acelerar sus planes de colonización de sus más recientes descubrimientos. Jean Ribault condujo una expedición a Florida en 1562 y René Goulaine de Laudonnière fundó en 1564 Fort Caroline en las proximidades de la que fue denominada Vacapilatca en tiempos de dominio hispano y que hoy es Jacksonville, un puerto para colonos hugonotes. Como respuesta los españoles contraatacaron destruyendo el asentamiento francés y fundado San Agustín un año después. Esta de San Agustín, cuyo primer gobernador fue Pedro Menéndez de Avilés, fue la primera ciudad permanente de lo que hoy son los Estados Unidos de América. Desde San Agustín los españoles empezaron a levantar misiones católicas a lo largo de toda el territorio.
En 1565 Menéndez de Avilés atacó lo que quedaba de Fort Caroline, aliado a los indígenas Saturigua, matando a todos los soldados franceses (excepto a los católicos) y rebautizó el asentamiento como San Mateo. Dos años después, Dominique de Gourges recobró el fuerte masacrando a todos los defensores españoles. En 1586 el pirata inglés Francis Drake arrasó San Agustín.
A lo largo del siglo XVII los colonos ingleses de Virginia y las Carolinas fueron gradualmente llevando las fronteras españolas que inicialmente se ubicaban a partir de la costa del océano Atlántico en los 36°N (desde aproximadamente la latitud del Cabo Medanoso actualmente llamado Cabo Hatteras), hacia el sur mientras que los asentamientos franceses a lo largo del río Misisipí estrecharon los dominios españoles por el oeste.
Hacia 1595 llegó a la Florida una serie de misioneros franciscanos entre los que se destaca Francisco Pareja, quien escribió los primeros libros en timicua (Timucua) , una lengua indígena en la zona ya extinta tras los ataques ingleses.
En 1702 el coronel inglés James Moore y sus aliados los indígenas Cric atacaron de nuevo la plaza española de San Agustín pero no pudieron hacerse con el control del fuerte. En 1704 Moore y sus soldados empezaron a incendiar misiones españolas en el norte de Florida y asesinar a los indígenas que se mostraban amigables con los españoles. En 1719 los franceses tomaron el asentamiento español en Pensacola aunque el poder español, tras la invasión inglesa a los territorios actualmente correspondientes a Georgia los españoles se mantenían fuertes en Vacapilatca (en pidgin español-maskoki: Vado de las Vacas, luego de 1820 llamada por los estadounidenses Jacksonville).
Fue durante esta época cuando los indígenas Muscogui o Maskoki 1 protegidos y aliados de España empezaron a migrar hacia Florida donde mezclándose con españoles, otros europeos, otros aborígenes (por ejemplo Apalaches) y melanoafricanos constituyeron la etnia Seminola.

Período británico (1763-1784)[editar]

En 1763 España cedió Florida a Inglaterra a cambio del puerto de La Habana (Cuba) que había sido tomado por los británicos durante la Guerra de los Siete Años. La mayor parte de la población española abandonó la colonia junto a numerosos indios. Los británicos iniciaron un ambicioso programa para atraer colonos hacia Florida y dividieron el territorio en Florida Oriental y Occidental.
En 1767 los británicos fijaron la frontera norte de Florida en una línea que se extendía de la desembocadura del río Yazoo/ Yazu hasta la del río Chattahoochee/ Chettajuchi en una franja que cubría el sur de los actuales estados de Misisipi y Alabama.
Gran Bretaña retuvo el territorio durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, pero los españoles, en ese momento aliados con Francia que se encontraba en guerra conGran Bretaña, se aprovecharon de la situación y retomaron posiciones en la Florida occidental. Al final de la guerra, el Tratado de Versalles firmado entre los reinos de España y Gran Bretaña devolvió el control de Florida a la primera pero sin especificar las fronteras. Los españoles tomaron por buenos los límites de el territorio británico pero los estadounidenses, que se encontraban al otro lado de la misma en la antigua colonia de Georgia, insistieron en devolverlos a su punto original en el paralelo 31° N. La disputa se mantuvo algunos años y, en 1795, a través del Tratado de San Lorenzo los españoles terminaron reconociendo la frontera en ese paralelo.

Segundo período español (1784-1821)[editar]


Florida en 1810 según EEUU
(España consideraba florida hasta el paralelo 32).
A principios del siglo XIX España ofreció generosas parcelas de tierra en Florida para atraer colonos y éstos empezaron a afluir tanto desde España como desde Estados Unidos. Los colonos estadounidenses empezaron a atacar asentamientos indígenas que tomaron su venganza haciendo incursiones en territorio estadounidense. El ejército de los Estados Unidos empezó a franquear la frontera con la Florida Española para perseguir a los Seminolas . En junio de 1817 un grupo de corsarios venezolanos y milicianos veteranos del estado de Georgia tomaron la isla de Amelia en la costa de Florida y proclamaron la República de Florida. Los expedicionarios fueron dirigidos en primera instancia por el general Gregor MacGregor y posteriormente por el corsario francés Luis Aury. Los norteamericanos expulsaron a los expedicionarios en diciembre de 1817 y continuaron la campaña contra los Seminolas patrocinada por Andrew Jackson en 1817-1818, conocida como Primera Guerra Seminola. Al final de la contienda los Estados Unidos controlaban de facto , tras la destrucción del Fuerte Negro, las plazas fuertes más importantes de la Florida Oriental.
El Tratado de Adams-Onís suscrito entre Estados Unidos y España el 22 de febrero de 1819 puso fin a la soberanía española de Florida. De acuerdo con los términos del tratado, firmado por el ministro de Relaciones Exteriores de España Luis de Onís y el Secretario de Estado estadounidense John Quincy Adams, los Estados Unidos adquirieron Florida al rey de España,Fernando VII, respetando supuestamente a cambio la soberanía de éste sobre el territorio de Texas, ya que luego los estadounidenses dirían que Texas era parte de la Florida. El tratado entró en vigor el 10 de julio de 1821.

Véase también[editar]

Referencias[editar]

Bibliografía de referencia[editar]

  • Bushnell, Amy Turner. (1981). "Chapter 1: The Florida Provinces and Their Treasury." The King's Coffer: Proprietors of the Spanish Florida Treasury 1565-1702. University of Florida Press. Reprinted in David Hurst Thomas. (1991). Spanish Borderlands Sourcebooks 23: The missions of Spanish Florida. Garland Publishing.
  • Milanich, Jerald T. (1995) Florida Indians and the Invasion from Europe. University Press of Florida. ISBN 0-8130-1360-7
  • Tebeau, Charlton. (1980) A History of Florida. Rev. Ed. University of Miami Press. ISBN 0870243039
El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir Igual 3.0; podrían ser aplicables cláusulas adicionales. Léanse los términos de uso para más información.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una organización sin ánimo de lucro.