El Fuerte Mosé (en
inglés Fort Mose), cuyo nombre oficial era Gracia
Real de Santa Teresa de Mosé, fue el primer asentamiento legal de
colonos negros libres en lo que actualmente es el territorio de Estados Unidos.
Situado a 3.2 km (aproximadamente dos millas inglesas) al norte de la ciudad de
San Agustín, su construcción fue decretada en 1738 por el entonces gobernador
español de Florida, Manuel de Montiano.
Al igual que otras fortificaciones de la zona, el Fuerte Mosé tenía como
objetivo vigilar la frontera con la colonia británica de Georgia y dificultar cualquier asalto sobre San Agustín.
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Recreación histórica, que recuerda a las milicias de hombres libres que luchaban por España |
Debido a su
situación fronteriza con el Imperio Británico, la Florida española terminó por
convertirse en un santuario para los esclavos africanos que lograban escapar de
las Carolinas y Georgia. Quienes consiguieron ese objetivo encontraron en
Fuerte Mosé refugio y libertad de acuerdo con las leyes españolas. Esto
ocurría más de un siglo antes de la "Proclamación de Emancipación" de
Abraham Lincoln. Por ello actualmente el Mosé está considerado como un
lugar de gran importancia en la historia afroamericana de los Estados Unidos,
en general, y del Estado de Florida en particular.
En 1994, el sitio
fue designado como Monumento Histórico Nacional y fue incluido en el Registro
Nacional de Lugares Históricos. En 2009, el Servicio de Parques Nacionales
incluyó a Fort Mose como sitio precursor del National Underground Railroad
Network to Freedom.
Comienzos
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El Capitán Menéndez |
Los esclavos
africanos eran explotados como trabajadores en los campos de algodón de
Georgia. Si conseguían escaparse, los fugitivos malvivían como "cimarrones" en las profundidades
de los bosques o eran acogidos por tribus indias como los semínola, donde se convertían en los llamados Semínolas negros. En
Florida y otras dependencias españolas muchos negros eran libres, y aunque
tampoco faltaban los esclavos, su situación, conforme a la tradición legal
española, basada en el antiguo derecho romano y la doctrina católica,
era mejor que la de los esclavos de las colonias británicas, pues podían tener
pertenencias personales, mantener unidas sus familias, acudir a los tribunales
en defensa de sus derechos e incluso podían comprar su libertad. En 1687, 11
esclavos fugitivos llegaron a San Agustín y solicitaron por primera vez asilo a
las autoridades españolas, que se lo concedieron a cambio de bautizarse como
católicos y colaborar en la construcción del Castillo de San Marcos (donde recibieron su primer sueldo). En 1693
el Rey Carlos II de España ordenó, por medio de una Real Cédula, que todos los
esclavos fugitivos británicos que alcanzasen Florida, hombres o mujeres,
siempre que abrazasen la fe católica, fuesen liberados.
En algunos casos
los fugitivos que llegaban a San Agustín eran integrados dentro de las milicias
negras (formadas por hombres libres) que también existían en otras plazas
caribeñas como Veracruz, Puerto Rico o La Habana. Así lo hizo en 1724 un
esclavo mandingo que había huido de Carolina y tomado el nombre de Francisco Menéndez, y que en 1728 se destacó (al igual que el
resto de la Milicia Negra de San Agustín) al repeler varias incursiones de los
británicos y sus aliados indios sobre Florida. Estas acciones ganaron la
admiración de Montiano, que nombró a Menéndez Capitán de la milicia en el nuevo enclave defensivo. Menéndez juró
servir a la Corona Española "hasta que la última gota de sangre fuera
derramada".
El Fuerte
La guarnición de
Mosé estaba integrada por 100 hombres distribuidos en 20 barracones. La gran
mayoría habían nacido libres en África y sólo unos pocos lo habían hecho como
esclavos en América; por una parte porque los afroamericanos eran poco comunes
en las plantaciones de Georgia, pues resultaban más caros que los esclavos importados,
y por otra porque al haber vivido siempre en cautiverio eran menos proclives a
fugarse y alcanzar territorio español. Como era habitual, los hombres habían
sido bautizados y habían prestado fidelidad a la Corona, tomando nombres
españoles (como es el caso de Lorenzo
en la novela). La mayoría tenía en el fuerte a sus mujeres, también ex
esclavas, y los hijos nacidos ya en libertad. Al contar con hombres ya
adiestrados en la milicia de San Agustín, el control del fuerte recayó sobre
los propios africanos, que gozaron de gran autonomía. Mosé también era
económicamente autosuficiente gracias a algunos campos de cultivo situados en
su periferia.
El fuerte sufrió
su peor golpe en 1740, cuando fue atacado por fuerzas británicas comandadas por
el Gobernador de Georgia, James Edward
Oglethorpe, como parte de su campaña contra San Agustín. La fortificación
fue ocupada fugazmente por los ingleses, pero la guarnición, que había
retrocedido momentáneamente a San Agustín, regresó para expulsar a los
atacantes con la ayuda de algunas tribus indias aliadas y tropas españolas
llegadas desde esta ciudad y La Habana (Batalla del pantano sangriento).
Durante la reconquista de la plaza se desató un incendio que dañó gravemente la
fortificación. Posteriormente, varios de los hombres del Fuerte Mosé se unieron
a la contra expedición de 2000 hombres con la que Montiano invadió Georgia y
lucharon junto a él en la Batalla de Batalla del pantano sangriento.
A su regreso, los
ex esclavos reconstruyeron el fuerte y lo reocuparon hasta 1763, año en que
Florida pasó a manos británicas debido a la derrota española en la Guerra de
los siete años. Los hombres del Fuerte Mosé se negaron a permanecer bajo
soberanía británica y por ello marcharon a Cuba. Es probable que la mayoría
se uniese entonces a la milicia de La Habana y que, por tanto, algunos de ellos
o sus hijos estuviesen presentes en la reconquista de Florida llevada a cabo
por Bernardo de Gálvez y Madrid en
1781. Florida retornó oficialmente a manos españolas en 1783, pero ya nadie
volvió a las ruinas del Fuerte Mosé para reconstruirlo. Lo que quedaba del
emplazamiento fue ocupado en 1812 por un regimiento de fusileros
estadounidenses que luego fueron expulsados de la zona por las autoridades
españolas, las cuales decidieron quemar lo que quedaba de la fortificación con
el fin de que no se repitiera el incidente. Sin embargo, esto no impediría que
Florida pasase a dominio estadounidense en 1819 tras la firma del Tratado de
Adams-Onís.
En la actualidad
Actualmente ya no
quedan ni siquiera ruinas donde una vez estuvo el Fuerte Mosé, pero sí se han
podido recuperar diversos restos en varias campañas arqueológicas (la primera
de las cuales tuvo lugar en 1986). Después de que el Estado de Florida comprara
el terreno donde se sitúan los restos, en 1994, la zona fue declarada Monumento
Histórico Nacional y fue incluida en el Registro Nacional de Lugares
Históricos. En 2009, el Servicio de Parques Nacionales incluyó a Fort Mose como
sitio precursor del National Underground Railroad Network to Freedom. En la
actualidad, el lugar donde una vez estuvo el fuerte sirve de escenario a
representaciones de la "Batalla de Bloody Mose" llevadas a cabo por
actores. También se ha construido un museo temático junto al antiguo
emplazamiento del Fuerte Mosé.
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